El ingrediente estrella de las carreras GT: la Adrenalina

El pasado fin de semana (13-14 octubre) tuve la suerte de asistir como invitada de Andy Soucek  a la carrera “Blancpain Endurance Series” que se celebró en el Circuito de Navarra. Ha sido la última carrera de la temporada, un campeonato Pro-Am de GT, en el que participaron 41 coches y 123 pilotos.

Vivir este campeonato desde dentro me ha dado la posibilidad de sentir de cerca las condiciones y el ambiente que experimentan los pilotos cuando compiten. He podido observar sus rostros y la expresión de sus cuerpos, escucharles hablar con el equipo y charlar con ellos en sus ratos de descanso. Ha sido muy emocionante y una experiencia muy rica que agradezco enormemente a Andy y a su equipo de IRP, con quienes a partir de ahora tendré el gusto de colaborar. También agradezco el buen trato y hospitalidad de Boutsen Ginion Racing.

Son muchos los factores mentales que intervienen en una carrera de coches de este calibre, cada uno de ellos sería digno de un post. Yo voy a centrarme en éste, en una paradoja interesante: hay dos estados emocionales que deben convivir en armonía en una competición, aunque sean aparentemente contrarios: la pasión y la calma.

La pasión lleva a la acción, moviliza y hace que el deportista luche en los momentos difíciles. La calma permite la claridad y la concentración, hace que el deportista pueda ejecutar su acción con eficacia y precisión. Es la combinación de ambas la que permite dirigirse a la meta con posibilidades de ganar.

En la carrera y durante todo el fin de semana pude observar cómo los pilotos viven esta pasión, y no sólo ellos, todo el equipo que hay a su alrededor también la siente intensamente.

Este estado emocional produce en el cuerpo una hormona muy atractiva y cotizada: la adrenalina. Hormona de la acción, actúa cuando se produce una situación de tensión (agradable o desagradable) a la que el cuerpo debe adaptarse. La presencia de adrenalina es una respuesta involuntaria frente a la percepción del riesgo.

En este deporte se asumen muchos riesgos: al riesgo de “perder” que es propio de cualquier competición, se le añade el “riesgo” del posible daño material (al vehículo) y/o daño físico (a uno mismo). Creo también que en este caso, el despliegue de medios que se realiza es tan brutal, que añade un porcentaje más de riesgo, en el sentido que el piloto sabe que en sus manos hay mucha responsabilidad sobre estos medios, y todo suma en su percepción de riesgo por lo que la cuota de adrenalina se dispara.

Así que tenemos a unos pilotos con los niveles de adrenalina por las nubes, debido a su pasión y disfrute de la actividad de conducir y competir, como a la tensión que genera la percepción de riesgo a la que se enfrenta. Está claro que la adrenalina es el ingrediente estrella de las carreras.

Ahora bien, y si el deportista no hace algo para equilibrar la cantidad de adrenalina que genera su cuerpo no va a tener muchas opciones de ganar, porque el exceso de adrenalina nos lleva al estrés y con éste al bloqueo mental y físico!

¿Con qué otras hormonas compensaremos el nivel de adrenalina? Con la serotonina y las endorfinas. La serotonina es la hormona del placer y del humor, nos ayuda a dar la importancia justa a las cosas y disfrutar del momento, y las endorfinas son las hormonas de la felicidad, la calma y el gozo, son las que nos ayudan a amar la vida y no dejar que nos afecte nada.

La pasión que siente el deportista le llevará a segregar adrenalina, y la calma a segregar las otras dos: serotonina y endorfinas. Éste último estado emocional, la calma, no sale de forma natural en el contexto de la competición y del motor, por lo que se debe entrenar de alguna forma.

Cada deportista tiene un punto de partida diferente en este terreno, y por ello la propuesta de trabajo para adquirir la calma necesaria y controlar el subidón de adrenalina será diferente para cada uno.

¿Qué factores influyen en la producción de estas tres hormonas?

–  Temperamento (esto es el tipo de respuesta biológica que tenemos ante los estímulos)
–   Hábitos alimenticios y de ejercicio físico
–   Estilo de vida: calidad del sueño, presencia o ausencia de estrés, etc.
–   Hábitos mentales: Actitud optimista o pesimista, tipo de diálogo interno, nivel de auto-confianza y autoestima, práctica de ejercicios de relajación, meditación u otros para entrar en calma, etc.

En mis conversaciones con los pilotos descubrí que cada uno recurre a unas rutinas diferentes en la competición para alcanzar dicho equilibrio. Por ejemplo hacerse un masaje antes y después de los entrenamientos y antes de la competición es un buen recurso que utilizan. De esta forma consiguen relajar la tensión muscular (efecto de un exceso de adrenalina). El masaje está considerado una actividad muy efectiva para segregar tanto serotonina (por el placer que proporciona) como endorfinas (por la relajación y calma mental que proporciona relajar los músculos).

Existen otras formas lograr la calma y con ella, el equilibrio hormonal necesario, a las que quizá no están acostumbrados los pilotos. Me refiero a técnicas de relajación,  respiración y visualización, ya que son muy efectivas para este propósito y una vez entrenadas se alcanza de forma rápida el estado deseado.

Espero que os haya resultado interesante este post.

Que tengáis buena semana!!

Entrenamiento Mental para lograr un Alto Rendimiento

Nota: Os dejo aquí abajo un reportaje de fotos realizadas por un buen amigo, que además de un gran fotógrafo es un apasionado del automovilismo, Javier Ramiro a quien agradezco enormemente haber compartido conmigo este fin de semana y que realizara este fabuloso reportaje fotográfico.