El pasado mes de agosto el Programa LINCE y Sputnik Climbing realizamos un curso teórico-práctico titulado “Gestión del miedo en escalada”. Ha sido una gran experiencia tanto para las participantes como para nosotros y por ello queremos compartirla a través del blog.
Para situaros un poco, deciros que el curso duró cuatro días, se desarrolló en la escuela de escalada de Quirós con la colaboración del Refugio del Llano-Quirós; y consistió en un trabajo teórico dirigido por mí y práctico dirigido por Fer (Sputnik).
Quiero destacar las bondades de esta escuela de escalada, que cuenta con sectores con vías muy fáciles y bien chapadas, para calentar motores y coger confianza, así como con sectores con vías muy exigentes tanto técnica como física y psicológicamente. La roca es de una calidad excelente, hay placas con buena adherencia a pesar de estar equipadas hace muchos años y haber recibido multitud de escaladores que las han hecho.
A la hora de elegir los sectores donde realizar el curso, fue fundamental charlar con los responsables del refugio: Jose y Chechu, a quienes queremos agradecer enormemente su actitud cooperadora en todo momento, tanto por las facilidades que nos pusieron en la utilización del refu para impartir alguna de las clases y utilizar los servicios que ofrecen independientemente que estés alojado o no (ducha, lavadora, etc.) como por el conocimiento de la escuela que Jose nos facilitó acompañándonos a Fer y a mí a ver todos los sectores. Nos proporcionó buena información del tipo de vías que había en cada uno, y esto fue de gran ayuda porque debíamos elegir vías donde fuera posible practicar caídas sin riesgo alguno, además de vías con pasos exigentes que provocaran la caída inesperada. Tanto la escuela como el refugio son 100% recomendables.
En cuanto a la organización del curso, realizamos dos clases teóricas para facilitar una mayor comprensión del funcionamiento de la mente y de la emoción del miedo. Las aportaciones teóricas versaron sobre:
- 1ª clase: la auto-imagen y las creencias
- 2ª clase: el miedo y la auto-confianza
Trabajamos también el aprendizaje de unos ejercicios básicos que después aplicarían en su escalada y fuera de ella:
- respiración abdominal y relajación
- visualización
- ejercicios de gimnasia cerebral para la concentración
Tras las clases teóricas realizamos una sesión individual con cada participante en las que pudimos trabajar sobre sus miedos personales, desde la reflexión y toma de conciencia y aplicando una técnica de reprogramación del subconsciente con la que suelo trabajar y que ofrece buenos resultados a los deportistas.
Este trabajo grupal y de sesiones individuales nos ocupó las cuatro mañanas, dejando las tres primeras tardes para ir a escalar y poner en práctica otra serie de rutinas dirigidas a integrar la caída como un elemento más de este deporte.
Nuestras alumnas han sido dos escaladoras: una de ellas práctica sólo la escalada deportiva y la otra también hace paredes de largos. Ambas nos contaron antes de empezar el curso que el miedo a la caída estaba suponiendo una gran barrera para su progreso y disfrute en este deporte. En sus mejores tiempos habían llegado a encadenar vías de séptimo grado. Una de ellas ensayaba las vías en top-rope o de primero yendo de chapa en chapa y sufriendo mucho miedo, logrando después encadenarla de primero. La otra sólo había sido capaz de meterse en vías de este grado si escalaba en top-rope, y últimamente no podía hacer nada de primero, ni siquiera vías fáciles.
Ambas manifestaron tener como objetivo escalar vías de primero sin pensar en la caída. Querían superar esta barrera que tanto las condicionaba. A lo largo del curso fueron descubriendo y comprendiendo que había otros miedos, ocultos para ellas hasta ese momento, asociados al miedo a la caída, el cual no es posible superarlo si no se hace un trabajo en paralelo sobre estos otros, más profundos y relacionados con la personalidad.
Veamos algunos de sus comentarios tras haber realizado el curso:
“este curso me ha permitido conocer aspectos de mí misma que desconocía; también conocer desde qué momento tengo que trabajar el miedo para que no me bloquee”
“este curso me ha ayudado a observar la escalada desde una perspectiva didáctica, comprendiendo que hay factores que pueden y deben ser atendidos. Además saber qué es el miedo y todo lo que lo rodea; y descubrir mi capacidad para modificarlo y trabajarlo”
En relación a este tema quiero exponer algunas reflexiones compartidas con Fer, basadas en la experiencia de trabajo con muchos escaladores a los que el miedo les bloquea. Podríamos decir que existe un miedo en la escalada que es genético: el miedo a la caída, el cual el ser humano lo posee como forma de prevención de un grave daño. Es tan sencillo como que estamos programados para caminar y no para volar.
Este miedo, si no va acompañado de ningún otro, se supera con la experiencia repetida de la caída, siempre que esta experiencia sea inocua. Nuestra mente va integrando la caída como un elemento más del deporte que practicamos, y perdemos ese miedo intenso que al principio sentimos. Para ayudar a superar este miedo más rápidamente, podemos trabajar con técnicas de reprogramación del subconsciente, que permiten afrontar la caída sintiéndonos más tranquilos y seguros, y por tanto en poco tiempo de práctica de las caídas, éstas quedan integradas.
Al margen de este miedo existen otros que proceden de nuestra forma de afrontar la vida y el mundo que nos rodea: el miedo a lo desconocido, al fracaso, la falta de auto-confianza, la autoexigencia y las expectativas de un progreso rápido. Todos estos factores influyen en nuestra práctica de escalada incrementando la intensidad del miedo a la caída y provocando que ésta se quede grabada en nuestra mente como algo negativo cada vez que se produce. Si no podemos experimentar caídas en las que tengamos sensaciones positivas, no podremos superar el miedo genético a la caída, porque la información que está recibiendo nuestra mente con estas caídas es coincidente con la información genética grabada.
En estos casos, debe realizarse un trabajo sobre estos otros miedos vinculados a la forma de encarar el mundo personal (reflejo de una autoimagen debilitada). Para ello es necesario tanto un trabajo en el plano consciente como en el plano subconsciente (donde nos podemos ayudar con técnicas de reprogramación). Este trabajo sobre nosotros mismos es un proceso largo ya que requiere ir tomando conciencia de los hábitos mentales negativos que tenemos y cambiarlos poco a poco. Si en paralelo a este proceso seguimos entrenando la caída de forma muy progresiva y suave iremos ganándole terreno hasta superarla.
Es frecuente que escaladores con estos miedos piensen cosas como: “no me da seguridad el material” o “¿la chapa aguantará el impacto de la caída?” o que de repente les surjan dudas sobre si tienen bien hecho el nudo, etc. Estos pensamientos mantienen el foco de atención en lo externo y mantienen a la mente entretenida en algo que escapa a su control, y por tanto les impide buscar en su interior el origen real de sus miedos.
En este curso, por un lado hemos trabajado el miedo genético a la caída, iniciando el cambio a partir de la práctica de caídas, de forma progresiva, y adaptado a las posibilidades que cada alumna ha manifestado. Ambas han conseguido llegar a tirarse escalando de primero, y una de ellas ha podido caer escalando, de forma inesperada, experimentando buenas sensaciones. Este ha sido sólo el inicio de un camino, en el que ahora deberán seguir trabajando, ya que sólo con la práctica sucesiva de experiencias positivas con la caída la llegarán a normalizar.
Por otro lado, hemos destapado algunos de esos miedos más profundos, que son las barreras reales que están frenando el progreso y disfrute de ambas. Frente a éstos, ahora tienen también un camino por delante, para el cual disponen de algunas herramientas de trabajo (en el plano mental-emocional) para ir superándolos.
Sus valoraciones respecto a la estructura y metodología del curso han sido las siguientes:
“para mí la metodología ha sido muy completa, porque ha abarcado aspectos teóricos de la materia, para entender qué nos pasa y por qué así como aprender técnicas de mejora y prácticas que son la semilla de un trabajo posterior”
“ha sido perfecto complementar el entrenamiento mental con el práctico. Ha permitido poner en práctica la gestión del miedo haciendo aflorar los sentimientos y pensamientos en los que tenemos que trabajar”
Respecto al alcance del curso en relación a sus expectativas iniciales y objetivos personales, nos cuentan:
“yo venía al curso con bastante necesidad de ayuda, ya que la materia de éste “miedo a la caída y su afrontamiento” es algo que me tenía preocupada y que me generaba muchos altibajos, frenando mi satisfacción y disfrute de una actividad que me gusta mucho. Ha sido un curso que ha abordado la materia de forma que lo he comprendido y me ha provisto de herramientas de mejora que puedo aplicar para ayudarme a superar estos miedos”
“he logrado profundizar sobre el origen de mis miedos al escalar y saber cómo trabajar con ellos. En mi futuro próximo, voy a escalar aceptando el miedo y a entrenar la caída”
Su valoración sobre el equipo profesional ha sido la siguiente:
“Se nota la experiencia que ambos tenéis y la implicación. Sois buenos observadores, sabiendo captar muy bien cada momento y cada necesidad”
“habéis sembrado un buen clima de confianza y tranquilidad, en un curso que la propia materia es bastante “tensionante”. Habéis trabajado de forma muy coordinada y en el trabajo independiente cada uno ha transmitido perfectamente la materia que le ocupaba”
Sólo nos queda decir que ha sido un placer trabajar con ambas, porque se han abierto a trabajar a fondo sus dificultades, por su gran motivación por escalar disfrutando y superar sus miedos de cualquier índole y porque nosotros también nos llevamos un gran aprendizaje de este curso.
Mucho ánimo a todos los escaladores apasionados que se entregan a este deporte aun teniendo todavía una dosis elevada de miedo. Si estáis abiertos a “escalar” vuestro interior al igual que las paredes, el resultado será que acabaréis logrando vuestras metas como escaladores además de crecer como personas.
Quiero hacer mención a Mark y Yoli, una pareja afincada en El Llano (Quirós) desde hace tiempo con quienes he tenido la suerte de compartir momentos de escalada y charlas sobre el miedo, los días previos al curso. Este encuentro con ellos fue alentador y fuente de aprendizaje para mí.
Feliz semana para tod@s!